30 abr 2011

Mis posmodernos favoritos (26): Guerra eterna

Fuente | mobuzz.tv

Ya va para ocho años del descubrimiento realizado por Íñigo Sáenz de Ugarte de que "mucha gente, incluidos algunos periodistas, estaban utilizando los blogs para difundir información y opiniones que no siempre aparecían en los medios de comunicación"; algo que, "como mínimo, permitía a los periodistas expresar sus puntos de vista con más libertad y menos limitaciones que las inevitables en el trabajo". Feliz descubrimiento que, con el tiempo, ha convertido a su (particular) Guerra eterna en uno de los blogs de información y análisis geopolíticos más incisivos del panorama patrio.

Como corresponsal de la cadena SER, reportero de Informativos Telecinco o responsable de Internacional en el diario Público, Sáenz de Ugarte ha pasado la mayor parte de su vida profesional en zonas de conflicto, fundamentalmente de Oriente Medio y aledaños. Por ese motivo, su bitácora se ocupa (casi) exclusivamente de (in)extinguibles enfrentamientos acerca de los que opina, con desgana, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sus denuncias, en todo caso, se dirigen de ordinario contra el (interesado) imperialismo occidental que maneja los designios de pueblos (aparentemente) irreconciliables, con especial ensañamiento en lo tocante a los dos grandes Unidos -los Estados y el Reino-.

De propina, el autor se (autor)retrata cada fin de semana en sus personalísimas 'Cosas que hacer en sábado cuando no estás muerto', un ecléctico catálogo de filias (y fobias) socioculturales del todo aconsejable.

Casa de citas (4): Cada vez vemos menos


"Noto que, en muchos hoteles del mundo, se está imponiendo la costumbre de prescindir de las persianas. La luz invade al huésped contra su voluntad. Somos una sociedad incapaz de cerrar los ojos. No es de extrañar que cada vez veamos menos".

Mis posmodernos favoritos (25): Alan Taylor

Fuente | The Atlantic

La revolución sufrida en el seno del periodismo a cuenta de la democratización en el uso de las nuevas tecnologías e internet -en la cual nos hallamos aún inmersos- ha traído consigo sustanciales cambios en la manera de consumir información; uno de los principales afecta al modo en que se sirven las imágenes en la red, algo que conoce sobradamente Alan Taylor. El gurú de la edición fotográfica en Norteamérica puede presumir, a día de hoy, de ser el fundador de The Big Picture, el fotoblog alojado en la web de The Boston Globe, y de In Focus, hermano gemelo del anterior aunque mejor ubicado en la revista The Atlantic. En ambos casos se trata de secciones nacidas para convertir en irrefutable la legendaria máxima que asegura que una imagen vale más que mil palabras: especialmente si ha sido seleccionada de entre un amplio catálogo capturado por agencias tan prestigiosas como Associated Press, Reuters o AFP/Getty; cuidadosamente contextualizada mediante un extenso pie; y convenientemente agrupada bajo un epígrafe que responde ora a la actualidad más candente ora a temas históricos ineludibles. Todo ello, faltaría más, servido en alta resolución.

Lane Turner, Lloyd Young y Paula Nelson tomaron en enero el relevo a Taylor en The Big Picture, que se mantiene fiel a su cita con sus lectores/espectadores todos los lunes, miércoles y viernes. In Focus, en cambio, es una sección más prolija pero, paradójicamente, más exquisita. Por una vez, la copia supera al original... porque el original se mudó a la copia.





Fuente | In Focus

29 abr 2011

La mejor TVE de la Historia, atacada por el PP


La amnesia generalizada es una enfermedad que no aparece en los manuales de medicina pero que afecta de manera indiscriminada a la clase política española, con especial incidencia en el ala derecha, donde habitan desde tiempo inmemorial los centinelas de la Historia (real, según ellos) de la patria una, grande y libre. Esta semana, una de las más ilustres aquejadas del olvido intencionado, María Dolores de Cospedal, se ha retratado como lo que es: una despreciable arribista política capaz de (auto)erigirse en portavoz de todo un partido -y, por ende, de todos sus votantes- para echar mano de una de las mentiras más inconsistentes escuchadas en lo que va de siglo. La cara bonita -para quien guste de bellezas artificiales e insustanciales- del PP soltó la otra mañana unas cuentas lindezas en la jeta de Ana Pastor mientras compartían 'desayuno' en TVE. Entre sorbo y sorbo de café mediático, la lideresa de los populares denunció la falta de objetividad e imparcialidad de la televisión pública nacional y discrepó de su "dirección política", cargo que no aparece reflejado en el organigrama empresarial del ente público que yo manejo.

Iñaki Gabilondo, que dirigió los servicios informativos de la casa agraviada cuando la democracia ibérica aún era menor de edad y que goza de de una (i)limitada autoridad moral para opinar sobre el asunto, se ha apresurado a replicar a la manipuladora Cospedal: reconoce que la televisión pública nunca fue realmente pública, ni con el PSOE ni con el PP... hasta ahora, que gozamos de una Radiotelevisión Española más libre y decente que nunca.

Algunos de mis (posmodernos) opinadores favoritos han manifestado mensajes parecidos, aunque por otros medios:

"Cospedal miente de manera premeditada y consciente. Espero que sea así, porque en caso contrario su estupidez sería descomunal: no puede ser tan lerda como para creer realmente lo que dice. Cospedal miente de manera premeditada y consciente, y lo hace de forma tan habitual que sus mentiras y medias verdades ya forman parte de su discurso, de su programa, de su vida. Si es verdad que la mentira envenena, Cospedal tiene que estar podrida por dentro. Sus declaraciones sobre la televisión pública son un insulto a la inteligencia de los telespectadores, de los votantes y de los ciudadanos, que financian la televisión pública más independiente y libre de las últimas décadas" (Javier Pérez de Albéniz).

"Su propósito es evidente: sólo si destruyen la imagen de la mejor RTVE de la historia podrán después, cuando gobiernen de nuevo, volver a convertir a este medio de comunicación público en su altavoz para la propaganda, como ya hacen en todas las autonomías y ayuntamientos donde gobiernan. Sólo así podrán justificar, cuando gobiernen si es que ganan las próximas elecciones, que a Fran Llorente, Ana Pastor o Pepa Bueno les sustituyan Carlos Dávila, Fernando Sánchez Dragó o Alfredo Urdaci, por citar a tres de los periodistas 'independientes' con los que el PP llenó la antena cuando la televisión pública, la de todos, era su cortijo privado" (Ignacio Escolar).

Y esto último me parece lo más grave de la cuestión: aún resta un año para que el Partido Popular regrese -si es que regresa- al Gobierno de la nación y el hedor que la actitud de sus cabecillas deja a su paso ya comienza a tornar irrespirable el ambiente. La amenaza de asfixia (democrática) se cierne de nuevo sobre nuestras vidas pero estamos a tiempo de revertir la situación.

Fuente | YouTube

Mis posmodernos favoritos (24): Kiko Amat


Kiko Amat se (auto)define en su página web como "novelista accidental, periodista cultural sin carrera, anglófilo militante y apasionado fan del pop". Resumiendo: es uno de los más brillantes adalides de la cultura posmoderna de nuestro país, una rara avis -cada vez menos rara- que impregna de un descomunal talento literario y una enciclopédica pátina todo lo que teclea. Tres novelas y decenas de artículos en medios como La Vanguardia, Público, Rockdelux o Go Mag aguardan al lector ávido de secretos a voces. Y, para los que consideren insuficiente tamaño arsenal, aún hay más: un (delicioso) fanzine, La Escuela Moderna, y contadas sesiones musicales en las que el dj Amat regala los oídos del respetable con alguno de sus más de cuatro mil vinilos. Como ves, un personaje al que no deberíamos perderle la pista.

25 abr 2011

Mis muertos más frescos (2): Gonzalo Rojas


Merecedor de todos los grandes galardones literarios de nuestra lengua -incluido el favor de los lectores-, el "poeta más poeta", Gonzalo Rojas, ha muerto hoy a los 93 años tras dos meses malviviendo por culpa de un infarto cerebral. Para Juan Carlos Mestre, el chileno "era la desobediencia de lo evidente, un permanente elogio de la niñez del mundo. Su lenguaje era el de los proscritos ante los discursos del orden, una ironía continua contra el poder, era el último de los sublevados, [...] era algo más que un poeta, mucho más que un ciudadano, era el último ácrata, el último anarquista". Nunca es tarde para leer a un (buen) poeta y ahora que cae la noche parece el momento idóneo para gozar de la 'Oscuridad hermosa':

"Anoche te he tocado y te he sentido 
sin que mi mano huyera más allá de mi mano, 
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído: 
de un modo casi humano 
te he sentido. 
Palpitante, 
no sé si como sangre o como nube 
errante, 
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube, 
oscuridad que baja, corriste, centelleante. 
Corriste por mi casa de madera 
sus ventanas abriste 
y te sentí latir la noche entera, 
hija de los abismos, silenciosa, 
guerrera, tan terrible, tan hermosa 
que todo cuanto existe, 
para mí, sin tu llama, no existiera".

Mis posmodernos favoritos (23): El Estafador

Fuente | El Estafador

"Todos los días te engañan constantemente con noticias amañanadas según intereses que desconoces. Desde los políticos hasta el mismísimo hombre del tiempo te timan y tú sigues ahí, contento, informado e incluso tertuliano, cuando te tomas ese café a mitad de mañana con tus compañeros de curro. Nosotros también te queremos estafar con la información. Pero al menos somos claros desde el principio. Estafamos, sí, pero con gracia. [...] Siéntete engañado todos los miércoles". ¿Y esto qué es lo que es, te preguntarás? Pues la declaración de principios de una (humilde pero ambiciosa) revista digital que responde -como no podía ser de otra forma- al nombre de El Estafador.

Encantados de conocerse, los humoristas gráficos que se esconden detrás de tan sincera publicación -entre los que se cuentan Hola Por Qué, Joaquín Reyes, Juanjo Sáez, Liniers, Martirena o Pepo Pérez-, llevan a gala dibujar mal y hacer chistes sin gracia, como demostraron hace un mes dedicando a la cuestión un número completo. Sea como fuere, los estafadores más adorables de la red llevan ya setenta y ocho semanas siendo (más o menos) fieles a su cita de los miércoles con sus seguidores más masoquistas, aquellos que se sienten felices de pertenecer a la (cada vez más) numerosa legión de fieles de la estafa institucionalizada.


Fuente | El Estafador

Lecturas imprescindibles (7): Anne Serrano. Berlusconi, el rey de Absurdistán

Fuente | 20 Minutos

Silvio Berlusconi representa de manera insuperable el paradigma de la menguada democracia posmoderna, un gobernante todopoderoso -en el más amplio sentido de la palabra- que se cisca de ordinario en sus súbditos (y en los de sus homólogos), cuyo reino no es de este mundo: la Italia que aplaude a tan despreciable personaje debería ser rebautizada como Absurdistán, según defiende la actriz y profesora de español en la Universidad de Génova Anne Serrano en la revista digital FronteraD:

"He sabido que José Luis Rodríguez Zapatero no va a presentarse a las próximas elecciones. Dice que nadie puede jugar toda la vida en la NBA ni ser el mejor delantero centro de un equipo de fútbol eternamente. El presidente del gobierno español no ha pensado en su homólogo italiano, porque Berlusconi sí puede. Como ya ha dicho varias veces, él ha sido ungido por el Santísimo. En un programa de televisión le extendió la mano al presentador: 'Huela', le dijo, 'es olor de santidad'. Por este motivo cree que ningún nacido de mujer debe juzgarle y menos que nadie los jueces y fiscales italianos que, según él, son todos comunistas y por lo tanto ateos. Además es ya famosa su frase: 'La justicia es igual para todos, pero más igual para unos que para otros'. Que viene a querer decir que hará todas las leyes a medida que se le antojen para permanecer intocable. La última aprobada con este propósito se denomina 'proceso breve'. La explica con lucidez el periodista Marco Travaglio, comparándola con un tren destartalado que tiene que recorrer en una hora la distancia que recorre normalmente en tres horas y, si no lo logra, lo hacen explotar por ley.

En una ocasión, Berlusconi llegó a decir que había jurado su inocencia sobre la cabeza de sus hijos y sus nietos y que eso debería bastar y sobrar a los italianos. Alguien como él no tiene que preocuparse por la imagen que da tanto en su país como en el resto del mundo".

Mis posmodernos favoritos (22): Joaquín Sabina


Tras un año (sabático) sin decir 'Esta boca es mía' en Interviú, el arranque de 2011 trajo la vuelta (al ruedo de los ripios) de Joaquín Sabina poniendo 'El grito en el suelo'. Primero, con una loa del periódico que habría de acoger sus rimas:

"Público es el abrigo de la gente, / corazón de neón corazonado, / qué ganas de gritar contracorriente / las nanas de un futuro con pasado. // Público es el milagro de la imprenta, / el kiosko de un domingo con negritas, / el Carpanta que canta las cuarenta, / la tinta punto com agua bendita. // Público que alborota en plena calle, / cigarra que te agarra por el talle, / plaza púbica, Sócrates en vena. // Sátira al por menor, muñeca en bolas, / media luna de Chueca con rockola, / tribuna de la plebe sin cadenas".

Más tarde, con una 'excusatio non petita' de su flamante, aunque (ya) legendaria, actividad poética:

"A pesar de que siempre me han privado / los calambres del pecado, / las putas y los toreros, / a pesar de mi Atleti manque pierda / y el corazón de la izquierda / subiendo cuestas de enero, // a la hora punta de arrimar el hombro, / hurgando entre los escombros / de la peña malherida, / a pesar de la niebla y el espanto, / sacaré brillo a mi canto / para celebrar la vida. // A pesar del tufillo perroflauta / que destila el internauta / cuando el mundo es un pañuelo, / en prosa, en verso, en rabia, en tinta fresca, / mi canción, buscando gresca, / pondrá su grito en el suelo. // A pesar de la urgencia de la hora / y las toses de la aurora / que suenan a despedida / y el Fondo Monetario ¡qué calvario! / y el futuro, ese rosario / con las cuentas repetidas, // hastiado como estoy de los matones / que condenan los crespones / de lo Público a la hoguera, / a pesar del invierno he decidido / plantarle cara al olvido / con el verbo por bandera. // Aunque con tanta crisis tecno-zafia / no haya capo de la mafia / que deje de cantar bingo, / a pesar de que pagan más bien poco, / aquí, comiéndote el coco, / me tendrás cada domingo".

Al fin, con la rutinaria entrega semanal de unos versos variados en formas y métrica pero siempre más atentos -qué remedio- a lo privado que a lo público:

"La dictadura adolescente apesta, / la incultura del bíceps y del culo / escarcha la razón del disimulo, / cura peor la marcha que la fiesta. // Rajé del botellón cuando la cresta / de la ola inundó mi agreste zulo, / con la soga en un huevo capitulo: / el yoga es un placebo de la siesta. // Lo malo es que el Me duele de autoayuda / no huele a sobaquina cuando exuda / las endorfinas de la mala suerte. // Matusalén es mi peor testigo, / por consiguiente niego lo que digo: / la vejez es el alba de la muerte".

24 abr 2011

Mis vicios (in)confesables (4): Guillermo Brown


Acabo de dejar a un lado mi ajado ejemplar de Guillermo aporta su grano de arena -un tomito de la Editorial Molino más viejo que yo- antes de que su superlativo efecto adictivo me condene a (re)leerlo de cabo a rabo. Se lo he arrebatado (por un instante) al anaquel de mi biblioteca que soporta las (traviesas) aventuras del proscrito más adorable de la Historia de la literatura, Guillermo Brown, alentado por el recuerdo que me trae mi bibliófilo de turno, Manuel Rodríguez Rivero.

Recuerda el ínclito letraherido en las páginas de Babelia que dentro de unos días "la Asociación de Amigos de Guillermo (www.justwilliamsociety.co.uk) celebra su habitual encuentro (el 29º) para homenajear a su héroe", y recuerda también que, "como ocurre siempre que se reúnen sus fans, se hablará más del personaje que de su creadora: Richmal Crompton (1890-1969), como también le sucede a Arthur Conan Doyle, ha sido irremisiblemente fagocitada por la apabullante personalidad de su criatura. La joven profesora de lenguas clásicas y militante sufragista que se inventó a Guillermo y a los Proscritos en 1919 tenía proyectos profesionales de mayor enjundia literaria. [...] Pero sólo alcanzó su exigua parcela de inmortalidad gracias a las aventuras de un desaliñado mocoso que no disimula su radical hostilidad a los adultos (excepto si son artistas de circo, atorrantes, espías, deshollinadores, piratas, gánsteres, bandidos o magos) y es capaz de crispar los nervios a sus vecinos con sus insoportables cánticos y sus desopilantes ordalías. Admiradora de Proust y Henry James, pero sobre todo de Ivy Compton-Burnett, Crompton nunca pudo zafarse de su personaje -'mi monstruo de Frankenstein', lo llamaba-. Y esa fue su gloria: más de doscientas historias de Guillermo recogidas en una treintena de libros que han leído con gusto tres generaciones diferentes. Y resulta curioso: Guillermo y sus amigos y allegados, incluida la odiosa niña Violeta Isabel, cuyo característico ceceo funcionaba como arbitraria marca de clase (yo no veo para qué zirve un periódico zi no lleva crímenez, adaptaba el traductor López Hipkiss), conservan la misma edad durante todos esos años, como otros tantos Peter Pan encapsulados en una burbuja de tiempo. Y, sin embargo, el entorno de sus aventuras iba cambiando al ritmo del siglo XX: primero las familias eduardianas perdían a sus sirvientes; luego aparecían torvos bolcheviques (años veinte), mendigos (Gran Depresión) o camisas pardas (años treinta); más tarde, los relatos hacían referencia a la guerra, a las transformaciones de posguerra o a la conquista del espacio. Crompton adaptaba las peripecias de Guillermo a su propio tiempo, resignada a que esos fueran los libros con que se ganaba la vida (y bastante bien: cuando murió había vendido varios millones de ejemplares), pero siempre sufrió como humillación que los editores de sus novelas para adultos incluyeran en los paratextos de sus cubiertas la leyenda 'por la autora de Guillermo'. En todo caso, hace mucho que sus libros 'serios' no tienen lectores. Y los de su eternamente joven héroe ya no atraen a los adolescentes, de modo que, cuando desaparezca el último de sus ya añosos lectores 'naturales', el anarcoide William Brown será poco más que una breve referencia en las historias de literatura juvenil. Mientras tanto, recordémoslo [...] con el agradecimiento que se debe a los héroes".

Yo, después de todo, he decidido hacerlo (re)leyendo mi manoseado tesoro de 1972: "A Guillermo le estaba pareciendo la guerra algo aburrida. Situaciones tales como...".

Mis posmodernos favoritos (21): Vicenç Navarro


Vicenç Navarro es, sin duda, uno de los intelectuales españoles que goza de mayor prestigio tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Izquierdista radical -tuvo que exiliarse de la dictatorial península histérica por razones políticas-, ha sido (y es) catedrático de Economía Aplicada y Ciencias Políticas y Sociales y profesor de Políticas Públicas en varias universidades españolas, europeas y americanas, y ha asesorado a instituciones y gobiernos autonómicos, nacionales y supranacionales de medio mundo. Director del Observatorio Social de España, sus tesis sobre economía política, neoliberalismo y globalización o estado del bienestar se recogen en dos docenas de libros -en 2002 recibió el premio de ensayo Anagrama por su libro Bienestar Insuficiente, Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro país- e infinidad de artículos publicados en multitud de medios progresistas. Todos ellos pueden leerse, agrupados, en su página web, sitio de referencia para cualquiera que pretenda conocer el revés de los tejemanejes sociales, políticos y económicos de nuestros gobernantes.


Fuente | Canal Sur

Casa de citas (3): A veces una piel...

Fuente | Qué.es

"A veces una piel / pudiera ser la única razón del optimismo".

Mis posmodernos favoritos (20): País portátil


Decía Carlos Marzal en una reciente entrevista: "El cambio de géneros, el zascandileo literario, es un asunto consustancial a mi carácter. Me gusta variar. Me apetece la escritura en su sentido más amplio: los artículos, los poemas, los cuentos, los ensayos, las novelas, los aforismos. El hecho de intentar no aburrirse puede ser la primera fórmula para no aburrir a los lectores, quién sabe". Lo decía alguien que demuestra su maestría en todos los campos literarios desde hace años, como reconocen (ampliamente) el público, la crítica y sus propios colegas de profesión, que lo tienen por uno de sus más ilustres representantes en la actualidad.

Un par de versos de Marzal reciben al visitante al cruzar la puerta de entrada a mi casa -'¿Estamos a vivir / o es que no estamos?'-, así que poco más puedo añadir acerca de uno de mis poetas de cabecera, insigne figura de la poesía de la experiencia del cambio de siglo; si acaso, que últimamente me trae de cabeza con los (posmodernos) aforismos que anota con cuentagotas en su blog País portátil, donde también se recogen otra suerte de variaciones, más o menos breves, sobre los más diversos asuntos. Baste un ejemplo: "El mejor equilibrio es el de los equilibristas: aquel que está hecho de vacilaciones".

Lecturas imprescindibles (6): Ignacio Ramonet. La explosión del periodismo

Portada del libro

El director de la edición española de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, acaba de publicar en Francia su último libro, L'Explosion du journalisme. Des médias de masse à la masse de médias -aún sin traducir a nuestro idioma-. En él, uno de los mayores expertos mundiales en la materia disecciona, con el afán y la precisión de un cirujano, el estado actual de la cuestión mediática, en un momento en que el sector comunicativo se halla inmerso en un (profundo) proceso de transformación cuyas consecuencias se antojan aún imprevisibles.

Por gentileza de los colegas del sitio argentino e24n, podemos disfrutar de un avance de la publicación, en el que Ramonet se ocupa de una nueva forma de periodismo, el de los artículos bajo demanda: "La búsqueda de rentabilidad lleva a los medios de comunicación a interrogarse más que nunca acerca del tipo de informaciones que le gustaría leer al público. Parten de una constatación: a la mayoría de la gente le interesa verdaderamente menos del 15% de lo que publican los diarios. Habría entonces un problema de oferta, que no se correspondería, o no suficientemente, con la demanda. Se plantean entonces dos preguntas: ¿qué tipo de informaciones brindar?, ¿y cuándo hacerlo exactamente? Preguntas tan antiguas como los medios masivos, a las que internet podría permitir responder, por primera vez, con la ayuda de algunos nuevos instrumentos. Entre otros, Google Trends, un servicio que ofrece la posibilidad de 'conocer la frecuencia con que un término ha sido escrito en el motor de búsqueda de Google, con la posibilidad de conocer esos datos por región y por idioma'. Así, es posible saber, en tiempo real, cuáles son los temas de actualidad que más interesan a los internautas en un momento dado.

Partiendo de esta información, Google News puso a punto un servicio gratuito, agregador de informaciones en línea, que presenta, de manera automatizada, artículos extraídos en forma permanente de innumerables fuentes de la red y, en particular, de los demás medios. (…) [Pero] el gran pionero de una fórmula nueva de 'artículos a pedido' es el sitio estadounidense Demand Media (www.demandmedia.com) creado en 2006. Según su 'Manifiesto', se ha fijado la 'misión' de 'satisfacer la demanda mundial de contenidos de valor comercial'. Pero no de cualquier contenido, dado que su muy ambicioso objetivo es 'crear contenidos que resuelvan problemas, respondan a los interrogantes, permitan ahorrar dinero, hagan ganar tiempo y hagan feliz a la gente'. ¡El medio-felicidad!

¿Cómo lo hace? Es muy simple, explica una periodista: 'Para determinar qué temas deben ser tratados, el algoritmo de Demand Media toma en cuenta los términos más buscados en internet, las palabras clave más solicitadas por los publicitarios, y la existencia o no de artículos relativos a esos temas en la red. Pone sobre la balanza lo que quieren saber los internautas y hasta qué punto los anunciantes están dispuestos a pagar para aparecer junto a esos temas. Una vez que la demanda ha sido identificada por el algoritmo, los temas a tratar se ponen en línea en Demand Studio, la plataforma por la que pasan los 10.000 redactores y videastas freelance que suministran a la sociedad artículos y videos. A estos últimos les basta con inscribirse en el sitio internet del Studio y esperar los pedidos de los temas que allí se exhiben; a veces 62.000 sugerencias en un solo día. Se les paga por artículo (10 dólares) o por video (20 dólares)".

Mis posmodernos favoritos (19): Santiago Segurola

Fuente | Marca

El mejor periodismo deportivo español del último cuarto de siglo tiene su figura más representativa en Santiago Segurola: es el más literario (y narrativo) cronista -da igual que escriba o hable de fútbol, baloncesto, atletismo o natación- y el más agudo analista -milagro mayor en un universo poblado por seres generalmente irracionales-. Cuenta, para ello, con un inigualable bagaje cultural -es un afamado melómano, pero no solo- que le ha permitido llegar a ser redactor jefe de la materia en el diario El País.

Las páginas de ese periódico guardan algunos de los artículos más gloriosos de la trayectoria profesional del que fuera hombre fuerte de los deportes del grupo Prisa: su pluma y su verbo se pasearon durante años con el mismo (irrenunciable) criterio por los micrófonos de la cadena SER o de Canal + que por las páginas del diario que permitió su marcha a la competencia, Unidad Editorial, en 2007. Desde entonces, desempeña en Marca labores de adjunto al director -contraviniendo, a menudo, la línea editorial del superventas periódico deportivo- y colabora en otros medios del grupo -como el diario El Mundo- con exquisitas recomendaciones culturales.

El blog que mantiene, a duras penas, en la web de Marca aún aloja inmejorables muestras de su talento, como el definitivo (y premonitorio) artículo, publicado el pasado mes de noviembre, en el que reflexionaba sobre "un futuro (Mourinho) y su excepción (Guardiola)", que ningún buen aficionado debería dejar de leer en estos días de asueto entre 'clásicos':

"El Madrid actual representa en numerosos aspectos un modelo opuesto al del Barça. Y lo representa muy bien, mejor que nadie en los últimos años. Tiene el vigor del Chelsea, pero un punto mayor de finura. Es concreto como el Inter, pero bastante menos especulador. Privilegia la velocidad, pero valora la precisión. Es eficaz y vibrante. Se ajusta a un criterio que no está peleado con la estética. Simplemente es otra que la del Barça, lo que sirve para enriquecer el paisaje del fútbol. Es el estilo que vislumbra [...] una amplia mayoría de analistas para el futuro. Digamos que a los ojos de este sector el Madrid aparece como la próxima medida de referencia. Quizá, aunque por eso mismo resulta tan extraordinaria la resistencia del Barça a aceptar ahora las mismas predicciones que se hicieron a finales de los años 80. Han pasado 20 años y su singular idea no sólo no ha capitulado, sino que ha forjado la edad de oro del club y, por extensión, de la selección española".

23 abr 2011

Un año y un día (sin gobierno)

La prensa belga ante el (deshonroso) aniversario
Fuente | presseurop

Bélgica, un país diminuto, dividido sociolingüísticamente pero neurálgico en el reciente devenir de la Unión Europea, cumple hoy un año y un día sin gobierno: el sueño del anarquismo hecho carne; la pesadilla de los demócratas más conservadores. En todo caso, una (lamentable) lección de la política del siglo XXI, que parece regresar a los enredos pergeñados por Aristófanes hace 2.500 años, pero ahora en serio.

Los medios y la sociedad belgas manifiestan su hartazgo a diario, pero no sabemos si lo hacen asqueados por el vacío de poder o impelidos por la certidumbre de que sin gobernantes el mundo sigue andando. Esa es la cuestión cuya respuesta asusta a todos por igual; la reflexión que debería hacer todo el arco parlamentario del viejo continente, por dolorosa que pudiera resultar la solución al enigma. Lo que ocurre es que Europa anda demasiado (pre)ocupada en mirarse el ombligo como para (re)plantearse su existencia o la necesidad de sus cargos públicos: se vive mejor mirando hacia adelante que volviendo la vista atrás, aunque al frente aguarde la nada.

Mis posmodernos favoritos (18): El descodificador


El descodificador es Javier Pérez de Albéniz. El descodificador es, además, el blog en el que escribe Javier Pérez de Albéniz; una bitácora que antaño acogieron medios como elmundo.es o soitu.es y que en la actualidad se ha convertido -cambio de dirección incluido- en el diario personal e intransferible de un crítico de televisión que en tiempos aludía al contenido de sus escritos como "Los ídolos de la 'caja tonta' pasados por la 'turmix' de la ironía".

Especialista en granjearse enemigos catódicos -con especial énfasis en los reyes de la telebasura-, Pérez de Albéniz practica con soltura el cinismo habitual de sus colegas más ilustres: la mayoría de sus críticas van coronadas por una post data en la que se nos sugiere algún motivo para no ver la televisión. Razón de más para convertir en visita obligada este templo de la posmodernidad ibérica.


22 abr 2011

Casa de citas (2): Me gusta estar solo...

Fuente | Café Arcadia

"Como a todo el mundo, me gusta estar solo, pero no me gusta quedarme solo. Me voy acostumbrando, sin embargo. Qué remedio".

Mis posmodernos favoritos (17): Ignacio Echevarría

Fuente | Cuarto Poder

Fue a finales de 2004 cuando Ignacio Echevarría se vio obligado a abandonar la disciplina de Babelia, el suplemento cultural de El País, después de que los capitostes del grupo de comunicación al que pertenece el diario madrileño -Prisa- ejercieran una (velada) censura y una (transparente) presión sobre el crítico literario tras una reseña que afectaba, según ellos, a los intereses comerciales del grupo. El episodio, capital en la intrahistoria del mundillo editorial español del nuevo siglo, dio lugar a un libro clave para entender el estado de la cuestión -la narrativa nacional contemporánea y los entresijos de la industria literaria y mediática que la propician y difunden-: Trayecto. En esta recopilación de artículos, Echevarría incluyó un prólogo que incluía una declaración de principios que lo había de alejar, definitivamente, del ejercicio crítico.

Contraviniendo aquella (auto)impuesta decisión, el ahora editor mantiene en la actualidad al menos dos colaboraciones fijas -en El Cultural de El Mundo y en Cuarto Poder- en las que sigue lanzando sus dardos intelectuales contra todo lo que se mueve (más de la cuenta) en el panorama cultural hispanoamericano. O sea, ejerce la crítica (no solo literaria) pero por otros medios, disfrazando de análisis global lo que no son más ataques particulares a sus legendarias (y numerosas) bestias negras.

Por eso, por lo contradictorio del asunto, y por lo atinado de las reflexiones que encierran, su 'Mínima molestia' y su 'Diario de un caníbal' se han convertido en dos de mis alojamientos favoritos para descansar de la tibia rutina crítica reinante en la península histérica.


Lecturas imprescindibles (5): Luis María Anson. Paul Preston y la guerra incivil


El periodista y académico Luis María Anson publica hoy en su 'Primera palabra' de El Cultural una particular reseña de la última obra del hispanista británico Paul Preston: El holocausto español. Particular porque, de un plumazo, da noticia de las virtudes del libro en cuestión y traza una (acertada) síntesis de las causas y las consecuencias de la contienda que enfrentó a las dos Españas hace setenta y cinco años: una lectura imprescindible -el artículo de Anson- que invita a otra lectura imprescindible -el ensayo de Preston-:

"Después de largos, muy largos años de investigación, Paul Preston acaba de publicar El holocausto español. Es un libro manantial en el que el historiador británico afila su bisturí de investigador para exponer ante el lector las cifras reales y la significación profunda del odio y el exterminio durante la guerra incivil española y la terrible posguerra. Las purgas en Andalucía desfilan en El holocausto español. También el terror de Mola, en Navarra, León, Castilla la Vieja y Galicia. Y sobre todo la devastación de la Columna de la Muerte alentada por Francisco Franco. 'Cuando el general Primo de Rivera visitó Marruecos en 1926, todo un batallón de la Legión aguardaba la inspección con cabezas clavadas en las bayonetas -escribe Preston-. Durante la Guerra Civil, el terror del Ejército africano se desplegó en la Península como instrumento de un plan fríamente urdido para respaldar un futuro régimen autoritario'. Franco fue un caudillo extremadamente cruel. Frente a él, la represión en la zona republicana resultó igualmente salvaje porque las guerras son todas, sin excepción, una atrocidad.

Preston expone con frialdad lo que ocurrió en cada una de las Españas que helaron el corazón a un pueblo sobrecogido. Aporta cifras y hechos reales sin exageraciones ni adjetivaciones. La realidad de lo que ocurrió. Y, claro, no podía faltar Paracuellos, réplica de la Columna de la Muerte franquista".

Mis posmodernos favoritos (16): Otaku y Carcamal

Fuente | Fotogramas

La crítica cinematográfica se adapta a la velocidad del siglo XXI como buenamente puede. De entre las propuestas más atractivas que oferta el panorama mediático nacional especializado en la materia, el videoblog Otaku y Carcamal, alojado en la web de la publicación más veterana del ramo, Fotogramas, sobresale por encima del resto por su alucinante mezcla de criterio y desenfado, virtudes ambas que adornan desde antiguo la trayectoria profesional de su alma mater, Jordi Costa, uno de los gurús de la posmodernidad ibérica. En este mano a mano entre una joven estudiante de cine (Otaku) y un crítico de mediana edad (Carcamal), dos generaciones cinéfilas enfrentan sus opiniones con la (mal)sana intención de empeorar la situación del sector opinativo, con mucho (y buen) humor y una pizca de mala leche.



Mis vicios (in)confesables (3): 1er Festival Europeo de Cine Invisible

Fuente | Cine 365

Algunos piensan que el 1er Festival Europeo de Cine Invisible es una iniciativa que se adelanta a los tiempos; otros opinan, porque no es la primera aventura de este tipo, que se trata justamente de lo contrario: una de las propuestas más definitorias de su tiempo. El caso es que la apuesta decidida de filmotech.com por la consolidación del visionado de cine online -de manera legal- va un paso más allá con un certamen que se celebra desde el 11 de abril hasta el 11 de mayo.

Para quienes aún anden algo desconcertados con la buena nueva, ahí va un breve manual de instrucciones -facilitado por la propia organización- para hacer uso (y disfrute) de una muestra ineludible para los cinéfilos:

"¿Qué necesito para ver el Festival Online?
- Un ordenador
- Conexión a Internet
- Una dirección de correo electrónico
- Tiempo

¿Cómo puedo ver una película en el Festival Online?
- Primero tienes que registrarte en nuestra base de datos.
- Con el código que te enviaremos a tu correo electrónico, puedes ver todas las películas.
- Las películas están disponibles en streaming de definición Media o Alta.
- Tienes 24h para ver cada película. ¡Igualico que el videoclub de toda la vida!

¿Cuántas veces puedo ver una película?
- Las veces que quieras siempre y cuando sea en 24h.

¿Cómo puedo votar para el Premio del Público?
- En la ficha de cada película tienes un botón de color azul que dice VOTA. ¡Pínchalo!
- Este botón te llevará a una aplicación del festival en Facebook
- Hazte fan de Filmotech y escoge tu película favorita
- Recuerda que los que votan también tienen premio (10 abonos de un año para ver cine gratis en Filmotech)".

Así de sencillo (y barato) resulta ver algunas de las piezas más interesantes del (reciente) cine invisible, aquel que no se llega a estrenar en pantalla grande, divididas en tres categorías a concurso -cine inédito español, europeo y documental- y una una sección paralela -joyas del cine español-.

Fotograma de El espíritu de la colmena

Mis posmodernos favoritos (15): Orsai

Portada del número 2 de Orsai
Fuente | Orsai

Segundo trimestre de 2011: el número dos de Orsai ya está en la calle. Bueno, en los hogares de aquellos que la encargaron con anterioridad a su impresión. Porque, sí, Orsai es el bicho raro de las publicaciones escritas del universo hispanohablante: una (arriesgada y adorable) aventura editorial que, más allá del (típico) tópico, existe única y exclusivamente por amor al arte, tanto en el sentido literal como en el figurado.

Se pueden conocer los detalles de sus particularidades en su perfil de Facebook: para los que quieran una respuesta corta a la pregunta ¿Qué es Orsai?, bastará con saber que "es una revista de publicación trimestral con contenidos de calidad y libre de publicidad y sesgos editoriales, con un método de distribución basado en el boca a boca e Internet" y que "el primer número tiene mas de 11 mil lectores en todo el mundo"; para los que quieran profundizar en los pormenores, se recomienda echar un vistazo al siguiente dodecálogo:

"No tendrá publicidad, ni subsidios privados o estatales.
Tendrá la mejor calidad gráfica del mercado.
Prescindirá de todos los intermediarios posibles.
Tendrá una versión en papel y otra, dinámica, para tablets.
Escribirán y dibujarán únicamente personas que admiremos mucho.
Llegará en menos de siete días a cualquier país del mundo.
Será trimestral y tendrá más de doscientas páginas.
En cada país costará lo que un libro (gastos de envío incluidos)
Contará con un capital inicial de cien mil euros.
La plata la ponemos nosotros, porque el sueño es nuestro.
Si salvamos la inversión, somos felices.
Si no salvamos la inversión, nos chupa un huevo.
Nuestra obsesión, de ahora en más, es demostrar que no hay crisis editorial ni económica, sino moral. Lo que hay son medios tradicionales que piensan nada más que en el dinero y se cagan en el lector, lo arrinconan y lo vician de mentiras y de engaños. Nuestro antojo es un medio de comunicación humano, honesto, de una transparencia obscena, un medio gráfico que den ganas de recibir por abajo de la puerta, pero ganas en serio. Como recibíamos en los ochenta y los noventa las revistas que nos gustaban. Y que murieron. Todas murieron".

Quienes firman esta impagable declaración de principios son Hernán Casciari, uno de los personajes más inquietos de la cultura posmoderna, y su amigo el Chiri Basilis, ambos argentinos. Juntos han dado forma a una publicación que, en su segundo número, reúne las plumas y los pinceles de gente tan admirable como Nacho Escolar, Crist, Daniel Samper Pizano, David Bravo, José Malagón, Wen Hsu, Gonzalo Garcés, Javier Olivares, Santiago Roncagliolo, Pepe Farruqo o Abelardo Castillo; un contenedor cultural en el caben la literatura y el arte contemporáneos en todas sus manifestaciones y que es -perdón, de nuevo, por el tópico- un lujo para los sentidos.




Fuente | issuu

17 abr 2011

La (calificable) actitud del PP

Fuente | YouTube

El (todavía) presidente del Gobierno lo llama "incalificable actitud". Como de costumbre, su (limitado) dominio de la lengua le juega una mala pasada: si hay algo que sobra en nuestro idioma son calificativos con los que adornar la cotidiana estrategia del Partido Popular, que se endurece en épocas preelectorales como la presente. El político (medio) del PP oscila -por ceñirnos a las (pen)últimas noticias sobre la materia- entre lo olvidadizo (Mayor Oreja y compañías mártires y su pretérita relación con ETA, en el vídeo de arriba), lo cómico (Fabra y Camps, según Javier Marías), lo acomodado (Vidal Quadras y su 'síndrome de la clase turista'), lo corrupto (Gürtel, por ejemplo), lo clasista (Gallardón y su obsesión por la limpieza... de mendigos) y lo censor (el PP valenciano en bloque, intentando silenciar varios informativos nacionales).


Lo resume con claridad, echando mano de una socorrida metáfora -y con escaso talento literario, todo hay que decirlo-, el Gran Wyoming en el diario Público de hoy: "La capacidad de adaptación alimenticia de las gaviotas es encomiable. Se nutren de animales vivos, pero también de despojos, vísceras, carroña y, llegado el caso, de cualquier tipo de materia orgánica de los basureros cuando migran a la ciudades del interior. [...] Parece que los portavoces del partido que escogió a esos animales como símbolo sufren un mimetismo progresivo con ellos que les lleva a comportarse de una manera similar. Así, en ese afán por rebuscar permanentemente en la carroña y aprovechando su gran habilidad para defecar en pleno vuelo los exabruptos derivados de su estrategia, llegan a complicar el normal funcionamiento de navegación del sistema democrático, alterando la convivencia y moviendo a la secesión a esa España a la que quieren Una, pero a la fuerza. El libro de estilo que difunden entre sus cargos para que asocien el terrorismo con la política del Gobierno debería pasar a los anales de la ignominia y la indecencia moral y política.

¿Quién ha aupado a la cima a gente de tan baja estofa?".

Los mismos, me temo, que la auparán aún más arriba en las sucesivas convocatorias electorales. Los que aún acuden a las urnas para aferrarse al que, para ellos, es el menor de los males.

Mis posmodernos favoritos (14): Neo2

Fuente | Neo2

Si la posmodernidad es el saco roto en el que caben todas las tendencias, publicaciones como Neo2 deberían ser consideradas como el paradigma de la posmodernidad. Lo que ocurre es que las revistas de tendencias -delicuescentes por naturaleza- se han convertido en meros contenedores de mercancía vendida al por mayor que encuentra en sus lujosas páginas el soporte publicitario idóneo -más o menos velado- para multiplicar sus pingües beneficios.

Por ese motivo, que una revista como Neo2 haya conseguido alcanzar el centenar de números -lo hizo el pasado mes de febrero- ha de ser considerado como un acontecimiento editorial y valorado en su justa medida: la publicación codirigida por Javier Abio, Ramón Fana y Rubén Manrique basa un alto porcentaje de su éxito -su tirada ronda los 60.000 ejemplares, ahora que el papel leído está en peligro de extinción- en el cuidado del continente, pero se distingue de sus fatuas competidoras en la apuesta decidida por el contenido, como demuestra el blog abierto hace un par de años que, de momento, sirve como antesala de lo que habrá de llegar más pronto que tarde: la edición digital íntegra de una revista sin la que algunos de los talentos nacionales recientemente instalados en el mercado habrían encontrado mayores obstáculos para emerger.


Casa de citas (1): El otro día fui al cine...

Edward Hopper | New York Movie
Fuente | artchive.com

"El otro día fui al cine. Digo que fui al cine un poco como habría dicho que he ido a un aquelarre o a una sesión de espiritismo. Ir al cine se ha convertido en un hecho clandestino, moribundo, marginal. Entrega uno la entrada a un acomodador superviviente y se produce un cruce de miradas entre dos aparecidos: cada uno piensa del otro que es un milagro, un raro atavismo".

Mis posmodernos favoritos (13): Dosis diarias

Fuente | Dosis diarias

Alberto Montt es un excepcional ilustrador chileno, altamente cotizado en el universo formado por trazos y colores, que, si está de humor -como advierte con sarcasmo en la cabecera de su blog-, entrega una viñeta humorística en la red con puntualidad británica: Dosis diarias, una ecléctica mirada a la cotidianidad más infrecuente -paradojas aparte-. Su talento (y su constancia), acaban de ser reconocidos por The BOBs, donde el público ha elegido a su (vitalista) espacio como el mejor blog en castellano. Yo lo recomiendo fervientemente, faltaría más, pero animo igualmente a recrearse la vista en su antigua bitácora, Cosas que ilustro cuando ilustro cosas, un auténtico museo virtual al alcance de muy pocos.



Ilustración para los Cuentos de la selva de Horacio Quiroga


Lecturas imprescindibles (4): Amador Fernández-Savater. El arte de esfumarse; crisis de la cultura consensual en España

Fuente | Público

Los que dimos el paso a la edad adulta amparados por la (sustanciosa) lectura de dos obras capitales del ensayismo divulgativo español, Ética para Amador (1991) y Política para Amador (1992), sentimos desde aquella época una (mal)sana envidia del (popular) hijo del filósofo Fernando Savater, principal (y privilegiado) destinatario de aquel par de lecciones vitales. Más tarde, supimos que Amador Fernández-Savater sacó provecho de las (domésticas) clases particulares, convirtiéndose en director -temporalmente- de Archipiélago -unos cuadernos de crítica de la cultura que alimentaron mi espíritu en el cambio de siglo- y en editor de Acuarela Libros en la actualidad.

Además, el hijo de su padre se erigió en uno de los (jóvenes) intelectuales más activos y combativos de la península histérica, formando parte de innumerables movimientos colectivos. Sus opiniones pueden leerse (y escucharse) en diversos medios y formatos: en el diario Público, por ejemplo, que esta semana ha reproducido un (extenso y pertinente) artículo publicado originalmente en el número 1 de la revista El Estado Mental, cuyo resumen debería bastar para abrir el apetito de las mentes ávidas de transitar lugares fuera de lo común:

"Cultura consensual, cultura desproblematizadora, cultura despolitizadora. La Cultura de la Transición (CT) se aseguró durante tres décadas el control de la realidad mediante el monopolio de las palabras, el monopolio de los temas y el monopolio de la memoria. Hoy la cosa se está yendo al garete. ¿Se viene abajo por su propio peso? ¿Se muere de vieja? Seguro que sí, pero no sólo. Hay ciertos desplazamientos subjetivos que están abriendo los posibles prescritos por la CT: subvirtiendo su reparto de lo posible y lo imposible, lo visible y lo invisible, el sentido y el ruido, lo real y lo irreal. La crisis de la representación atraviesa hoy todos los órdenes: cultural, político, mediático, intelectual, educativo, etc. Las palabras, los temas y los recuerdos proliferan. Rebosan por fuera de los límites de las instituciones tradicionales: partido, media, sindicato, museo, universidad. ¿Son desplazamientos políticos? ¿Se trata de nuevos movimientos sociales? ¿Una Cultura Crítica alternativa? ¿El fin del tapón generacional español de los últimos años? Este texto propone empezar a pensar estos desplazamientos como movimientos sociales que no son movimientos sociales, espacios de anonimato".

15 abr 2011

Mis posmodernos favoritos (12): Polònia y Crackòvia

Fuente | Polònia

Polònia y Crackòvia, como bien saben los teleadictos de postín, no son dos puntos geoestratégicos de las posmodernas relaciones internacionales sino el tándem de programas que la productora Minoria Absoluta realiza para TV3 en Cataluña y que, gracias a los (escasos) milagros logrados por la TDT y la (imparable) capacidad divulgativa de la red, podemos gozar los que vivimos a este lado de la frontera con el estado español.

Con Carlos Latre como rostro (más) reconocible por estos lares -única herencia aprovechable de las indignas (y ya lejanas) Crónicas marcianas-, pero elaborados por un impagable equipo de actores y guionistas pertenecientes a la ilustre tradición del humor catalán, la pandilla de canallas responsable de estos dos programas televisivos está ofreciendo, cada vez con mayor -casi alarmante- frecuencia, algunas de las (pocas) piezas que nos reconcilian, cada tanto, con la 'caja tonta' nacional.

Con la política y el fútbol como dianas favoritas, los dardos dirigidos, respectivamente, por Toni Soler y Pau Escribano, no dejan títere con cabeza en esta nuestra península histérica. Su (pen)última genialidad ha sido situar la (vomitiva) tertulia intereconómica El gato al agua en la víspera del alzamiento nacional, con el propio Franco como invitado pero con los mismos tertulianos de hoy en día, en lo que ha supuesto una inspiradísima actualización de uno de sus gags más aplaudidos.




Fuente | TV3

Mis vicios (in)confesables (2): La novela gráfica

Fuente | Astiberri

"Con los cómics me está pasando algo raro: ahora los leo más y con más gusto que en mi loca juventud. Y no sólo porque se publican más y se editan mucho mejor, sino también porque a menudo tratan de cosas a las que la novela hegemónica suele dar la espalda, demasiado ocupada por mirarse el ombligo...". Quien esto escribe es el insustituible bibliófilo Manuel Rodríguez Rivero, desde las páginas (reales y virtuales) de Babelia: quita años a la cita -yo aún disfruto de la prórroga de la juventud- y obtendrás el relato exacto de lo que me pasa a mí: nada original, por lo demás.

Algo parecido le sucede a Mauricio Bach, que se explayaba a gusto el pasado miércoles en el suplemento cultura|s de La Vanguardia, ofreciendo, por el mismo precio, una antología comentada del género: "Pese a los muchos prejuicios que todavía colean, a lo largo de su más de un siglo de existencia, el cómic ha evolucionado en complejidad y creatividad hasta poder situarse sin complejos al nivel de la literatura. En el mundo anglosajón, menos inmovilista y anquilosado que el nuestro, ya es habitual que en las listas de los mejores libros del año aparezcan novelas gráficas. Y al mismo tiempo, cualquier lector curioso puede constatar la progresiva y estimulante permeabilidad entre ambas formas narrativas".