17 abr 2011

Lecturas imprescindibles (4): Amador Fernández-Savater. El arte de esfumarse; crisis de la cultura consensual en España

Fuente | Público

Los que dimos el paso a la edad adulta amparados por la (sustanciosa) lectura de dos obras capitales del ensayismo divulgativo español, Ética para Amador (1991) y Política para Amador (1992), sentimos desde aquella época una (mal)sana envidia del (popular) hijo del filósofo Fernando Savater, principal (y privilegiado) destinatario de aquel par de lecciones vitales. Más tarde, supimos que Amador Fernández-Savater sacó provecho de las (domésticas) clases particulares, convirtiéndose en director -temporalmente- de Archipiélago -unos cuadernos de crítica de la cultura que alimentaron mi espíritu en el cambio de siglo- y en editor de Acuarela Libros en la actualidad.

Además, el hijo de su padre se erigió en uno de los (jóvenes) intelectuales más activos y combativos de la península histérica, formando parte de innumerables movimientos colectivos. Sus opiniones pueden leerse (y escucharse) en diversos medios y formatos: en el diario Público, por ejemplo, que esta semana ha reproducido un (extenso y pertinente) artículo publicado originalmente en el número 1 de la revista El Estado Mental, cuyo resumen debería bastar para abrir el apetito de las mentes ávidas de transitar lugares fuera de lo común:

"Cultura consensual, cultura desproblematizadora, cultura despolitizadora. La Cultura de la Transición (CT) se aseguró durante tres décadas el control de la realidad mediante el monopolio de las palabras, el monopolio de los temas y el monopolio de la memoria. Hoy la cosa se está yendo al garete. ¿Se viene abajo por su propio peso? ¿Se muere de vieja? Seguro que sí, pero no sólo. Hay ciertos desplazamientos subjetivos que están abriendo los posibles prescritos por la CT: subvirtiendo su reparto de lo posible y lo imposible, lo visible y lo invisible, el sentido y el ruido, lo real y lo irreal. La crisis de la representación atraviesa hoy todos los órdenes: cultural, político, mediático, intelectual, educativo, etc. Las palabras, los temas y los recuerdos proliferan. Rebosan por fuera de los límites de las instituciones tradicionales: partido, media, sindicato, museo, universidad. ¿Son desplazamientos políticos? ¿Se trata de nuevos movimientos sociales? ¿Una Cultura Crítica alternativa? ¿El fin del tapón generacional español de los últimos años? Este texto propone empezar a pensar estos desplazamientos como movimientos sociales que no son movimientos sociales, espacios de anonimato".

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