Fuente | Ikeblogg
Hace algo más de tres años que Santiago González se incorporó a la plantilla de El Mundo, tras su llamada a filas por parte de Pedro J. Ramímez. Por aquel entonces, el periodista vasco era uno de los candidatos ideales para pasar a formar parte de una tropa (cada vez más) ardiente: González pasaba por ser uno de los (más ilustres) conversos políticos y mediáticos del patio soberanista, y el ínclito director 'mundialista' no dejó pasar la oportunidad de hacerse con sus servicios, apostando todos sus ahorros a la certeza de que aquel se dedicaría desde las páginas del segundo diario nacional a soltar mandobles a diestro y siniestro, con especial inquina en lo referente al ejército progresista. No en vano, González había comandado la comunicación de algunas instituciones vascas bajo el mando de Ramón Jáuregui, antes y después de pasear su (afilada) pluma por diversos medios norteños.
Dicho y hecho, don Santiago (y cierra Euskadi) atiza de lo lindo desde su(s) blog(s) y sus columnas a los (cada vez menos) socialistas y obreros españoles y vascos y, de propina, a la prensa socialdemócrata que (todavía) los arropa. Le salvan, eso sí -a diferencia de sus irresponsables colegas cobijados bajo el ala derecha del periodismo nacional-, su escrupuloso respeto al honor de la verdad y su diestro manejo en el arte del humor (cuasi británico), como puede comprobarse leyéndolo (y escuchándolo en su repaso a la prensa del día en Onda Cero).
No hay comentarios:
Publicar un comentario