Fuente | Club Cultura
Hace ahora doce meses, el jefe de Deportes del diario El País, José Sámano, "contrató al perspicaz detective privado en paro Martín Girard [...] para que se convirtiera en la sombra del entrenador Mourinho desde la llegada de este al Real Club Florentino hasta la culminación de la más injusta por descompensada Liga del mundo". El matrimonio de (periodística) conveniencia se consolidó y, ya digo, el feliz ayuntamiento está a punto de cumplir su primer año de vida.
Desde sus inicios, aquella crónica de una muerte anunciada -cuando llegue, que llegará más pronto que tarde- se convirtió en cita obligada para todos los (lectores) futboleros patrios, que cada martes dan palmas con las orejas -antimadridistas o, simplemente, antimourinhistas- o se tiran de los pelos -acérrimos merengues- con los arrebatos líricos del cronista. Sucede que, pese a que algunos no terminen de enterarse -"Girard, que firma una infumable columna cada martes en El País, es el único opinador cuyo primer y último objetivo es atizar a una sola persona. Girard lleva ya más de un año arreando a José Mourinho y solo a José Mourinho. Lo hace todos los martes, sin excepción. Y nosotros, como el entrenador portugués, no podemos hacer sino preguntarnos… ¿por qué?" (La Libreta de Van Gaal)-, el ínclito Girard no engaña a nadie, pues la advertencia acerca de sus intenciones quedó reflejada negro sobre blanco bien pronto.
Al margen de cabreos medíáticos, la resurrección de uno de los seudónimos más populares del deporte español no debe sino ser aplaudida por cualquier (buen) amante de la literatura y de la cultura en general. Llegados a este punto, conviene desvelar a los legos en la materia que tras Martín Girard se esconde la pluma de Gonzalo Suárez, uno de los más heterodoxos escritores y cineastas de nuestra península histérica, y que las primeras crónicas de este supuesto detective deportivo que lleva el apellido de la madre de su autor se publicaron hace más de cincuenta años, tras convertirse esta en la segunda esposa de Helenio Herrera, a la sazón entrenador del Barcelona y del Inter de Milán. De ello da fe La suela de mis zapatos, una antología convertida en retrato descarnado de la España del medio siglo (XX), altamente recomendable para todos aquellos que duden de la honestidad del actual látigo de Mourinho. Y, para los que estén hastiados de (tanto) balompié, acaba de reunirse la totalidad de la (deliciosa) narrativa breve de Suárez en Las fuentes del Nilo, un considerable tocho que vale mucho más de lo que cuesta.
Fuente | El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario